BALTIMORE, 21 de octubre de 2024. Un nuevo artículo publicado en Academic Pediatrics aboga por reforzar las prácticas de equidad de salud para mejorar el bienestar de todos los niños, especialmente de los niños de color, que padecen de forma desproporcionada la carga del racismo. Expertos de Instituto Kennedy Krieger, que aparecen en una publicación especial sobre el racismo en pediatría, destacan las repercusiones negativas que tiene en la salud de los niños en Estados Unidos.
El artículo detalla cómo el racismo institucional y las disparidades socioeconómicas afectan directamente a la salud de las personas. Históricamente, el racismo institucional ha provocado segregación residencial, mala escolarización y discriminación laboral. En consecuencia, los niños de comunidades negras, hispanas, indígenas y otras comunidades marginadas se enfrentan a importantes problemas de salud debido a estas desigualdades sistémicas.
La Dra. Harolyn M.E. Belcher, vicepresidenta, directora de Diversidad y directora de la Oficina de Salud, Equidad, Inclusión y Diversidad, es la autora principal del artículo. Con más de 30 años de experiencia, señala que las estadísticas son a la vez inquietantes y poco sorprendentes.
"Los niños negros y marrones tienen más probabilidades de tener menos acceso a necesidades esenciales como agua potable, alimentos saludables, entornos educativos con recursos adecuados y viviendas seguras", afirma la Dra. Belcher. "Hay desafíos que empiezan a una edad temprana, son duraderos, y repercuten en la salud y el bienestar del niño y la familia".
El artículo de la Dra. Belcher aparece en el número especial de Academic Pediatrics, creado para impulsar las prácticas antirracistas dentro de la medicina pediátrica. A modo de guía, el informe invita a pediatras, instituciones académicas, responsables políticos, líderes comunitarios y estatales, organizaciones de salud e investigadores a actuar para identificar y eliminar el racismo institucional.
Las principales conclusiones de la investigación son las siguientes:
Los niños pertenecientes a minorías en Estados Unidos se enfrentan a índices de pobreza extrema, con un 29.6% de indios americanos/nativos de Alaska y un 27.3% de niños negros que viven en la pobreza.
Entre los países industrializados, Estados Unidos es el que tiene peores resultados en materia de salud durante el embarazo y neonatal para todas las mujeres.
Las mujeres de color, especialmente las negras y las nativas americanas, tienen más del doble de tasa de mortalidad por embarazo que sus pares blancas y asiáticas.
La segregación y las políticas de vivienda racistas limitan el acceso a entornos limpios, educación de calidad y atención médica, lo que aumenta el riesgo de afecciones como el asma entre los niños.
Las disparidades en la financiación y los recursos escolares perjudican a los jóvenes de color, lo que se traduce en peores resultados académicos y de salud.
En 2021, Estados Unidos representó el 97% de todas las muertes relacionadas con armas de fuego entre los niños de 11 países de ingresos altos, lo que afectó de forma desproporcionada a los niños de color.
La Dra. Belcher afirma que estos factores también influyen en la salud mental del niño.
"Los índices de ansiedad y depresión están aumentando entre los niños de color", afirma la Dra. Belcher. "Además de las tensiones derivadas de la pandemia por COVID-19, la falta de inversiones y recursos en las comunidades y las escuelas desempeñan un papel clave".
Los hospitales y las organizaciones de atención médica pueden combatir estas desigualdades garantizando una atención basada en la equidad y culturalmente pertinente. En Kennedy Krieger Institute, el Centro para la Diversidad en la Capacitación de Líderes de Salud Pública está desarrollando una fuerza de trabajo emergente para investigar, enseñar y aplicar estas prácticas basadas en la equidad aquí en Baltimore y en todo el país y territorios.
"Estamos capacitando a académicos y líderes para que utilicen enfoques culturalmente relevantes, basados en pruebas y en la equidad de salud en la investigación, la práctica y la defensa, para promover un desarrollo óptimo del cerebro infantil y juvenil", comentó la Dra. Belcher. "Es un avance e invitamos a todas las organizaciones de salud a darlo".
La Dra. Belcher hace hincapié en la necesidad de eliminar el racismo estructural de las políticas, la legislación y los sistemas, como la discriminación en el lugar de trabajo y los procesos de contratación sesgados. Cree que los organismos nacionales y locales deben trabajar juntos para abordar estos problemas sistémicos y obtener mejores resultados en materia de salud.
"Todo el país necesita iniciativas deliberadas para abordar verdaderamente las causas profundas de las disparidades de salud entre nuestros niños", afirmó la Dra. Belcher. "Tenemos las herramientas y la capacidad. Promoviendo la justicia social y garantizando un acceso equitativo a la asistencia médica y los recursos, podemos crear una sociedad en la que la salud y el bienestar sean posibles para todos".
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Acerca de Kennedy Krieger Institute:
Kennedy Krieger Institute, una organización sin fines de lucro reconocida internacionalmente que se encuentra en el área metropolitana de Baltimore-Washington, D.C., transforma la vida de más de 27,000 personas por año con terapias de bienestar, salud del comportamiento y servicios médicos para pacientes hospitalizados y ambulatorios; servicios comunitarios y en el hogar; programas en escuelas; capacitación y educación para profesionales, y defensa. Kennedy Krieger ofrece una gran variedad de servicios para niños, adolescentes y adultos con enfermedades, trastornos y lesiones que afectan el sistema nervioso, con diferentes niveles de gravedad. El Instituto reúne a un equipo de investigadores que contribuyen a la comprensión de cómo se desarrollan los trastornos y que, además, son pioneros en nuevas intervenciones y métodos de diagnóstico temprano, prevención y tratamiento. Visite KennedyKrieger.org para obtener más información acerca de Kennedy Krieger.